El silencio.
La nada.
Rastros de huellas que han pasado… no han quedado.
La mente se dispersa,
Recorriendo cada rincón, cada olor, cada mirada.
Pero están allí y gobiernan mi espíritu
Como gotas que caen, caen sin parar;
¿Y en el fondo? Solo ellas lo sabrán.
Me desvanezco,
Viajando por los ríos que inundan mi recuerdo,
Y solo encuentro vacío.
Caigo, sumergiéndome sin contemplar las cosas bellas,
Solo el dolor me marca
Dejando rastros de un placer dulce y algo grosero que me invade.
Eso es vivir,
Es la formula ya aprendida,
Olvidad al segundo y recordad en el ocaso.
¿Como desprenderse,
Sino lo haz tenido o porque no decir, sentido?
martes, 12 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario